Yo contra el Mundo
A la 1 am y después de un largo proceso de recuperación de cuenta de Blogspot, debo escribir. Ahora estoy divorciado y eso es un estigma: casi no lo puedo creer. La política parece haber quedado atrás ("ya no quedan imágenes del recuerdo, sólo palabras", en el Inmortal de Borges). Siento que cada vez soy más tímido, horriblemente complaciente. Es como si nada quedara de las antiguas costumbres de sentir en función del análisis de la conducta. No es sin embargo ni una resignación ni un pie de guerra emocional: no me encuentro en total disgusto porque esto era previsible. Lamento que el Walden no sea parte de mi vida pero pienso que, después de sentir los golpes el mundo se merece más respeto del que le he tenido hasta ahora.